Soñábamos con el paraíso y nos quedamos a la mitad del camino. Soñábamos con compartir todos nuestros sueños, soñábamos con ser no dos, si no uno. Tanto soñábamos que se quedo en eso, en simples sueños, como la mayoría de planes que hacíamos. Al final nos dimos cuenta que las mejores cosas vienen de no hacer planes, nos dimos cuenta que las cosas inesperadas eran las mejores de la vida, y tu lo habías sido pero ya no lo eras. Habías dejado de sorprenderme, habíamos perdido esa magia que un día nos unió. Se rompieron todos nuestros sueños, y nuestro amor se convirtió en ese día en el que una inocente niña descubrió que los reyes magos no existían, yo descubrí un día que el amor no dura para siempre, y que muchas veces los sueños nunca llegan a cumplirse. Un día me dijeron que que era peor, no cumplir tus sueños o cumplirlos y ver que no merecían tanto la pena... Puede que ahora mismo esa niña inocente llena de alegría halla dejado de ser tan feliz, y tan inocente, quizás ya no sea una niña. Pero dentro de nosotros mismos siempre habrá un lugar para la magia, puede que sea cierto eso que dicen de que no son buenos tiempos para los soñadores, pero un día volverán a reinar los sueños y la ilusión, por que ella era capaz de hundirse en menos de un segundo pero aun más rápidamente lograba ponerse en pie, por que a ella nunca le quitaban la sonrisa, por que "era de las que huía cuando se enamoraban de ella"