Y es que sucede que a veces, al menos a veces, es necesario hacer ciertas cosas,
llegar a ciertos lugares, para empezar a irse de ellos. Decir hola para pensar en adiós. A veces es necesario conocernos, para empezar a
olvidarnos. Son las reglas del juego.
Son las leyes de la vida.
Son las injusticias que quizás nos pueblan y van dejando de conmovernos.