Fuiste lo mejor.

sábado, 29 de octubre de 2011

Un llamado puede deshacer mi felicidad, una sola palabra puede arruinarme la vida. Nadie me cuidó, nadie se hizo cargo de mí, nadie vió a qué punto habían llegado mi obsesión y mi locura. Nadie sabía cuales eran mis límites, porque yo me había encargado de hacer de mi vida una mentira. De un llamado puede depender el destino de una vida o el advenimiento de una muerte inexorable.